¿Qué nos hace diferentes?
La importancia de la especialización
Quienes buscan un trasplante capilar, se enfrentan a una masificación de información, que puede confundir la comprensión sobre el tema y, en consecuencia, sobre las diferencias de los servicios ofrecidos
Muchas son las clínicas que promueven los trasplantes a precios muy atractivos, sin destacar la calidad del tratamiento o la técnica utilizada. Este «cebo» publicitario busca condicionar a la gente para que piense más en la relación entre el precio y el número de pelos, desviando la atención de cuestiones más relevantes. Es necesario entender el trasplante capilar como un acto médico complejo, que implica el cumplimiento de procedimientos, normas y protocolos, importantes para la buena recuperación de la imagen y la autoestima del paciente. El “rigor” y la disciplina deben acompañar siempre la realización de un trasplante, ya que evitan la aparición de consecuencias irreversibles para el paciente.
En nuestra clínica, alrededor del 20% de las sesiones de trasplante capilar consisten en la corrección de trasplantes mal realizados en otras entidades, que utilizan la promesa de precios bajos como principal atractivo. Este número de sesiones para la corrección capilar podría presentar una dimensión mayor, desgraciadamente hay muchos casos en situaciones irreversibles, dada la agresividad de la intervención anterior.
En Attica ponemos toda nuestra experiencia a tu disposición, partiendo de un diagnóstico gratuito, riguroso y completo que te ayudará a tomar la decisión correcta y a cambiar tu vida.
Entonces, ¿en qué se diferencia Attica?
En Attica, el proceso de trasplante capilar no sigue un patrón estándar, común a la mayoría de las clínicas del área, sino un procedimiento que se basa en 3 factores clave:
1. La cuestión de quién lo realiza
El trasplante capilar es considerado un acto médico por las entidades competentes, siendo, por tanto, de exclusiva ejecución médica. Sin embargo, la gran mayoría de las clínicas ofrecen un servicio realizado por técnicos, anteponiendo sus intereses económicos al interés de los pacientes, lo que da mala fama a esta área y condiciona la confianza en el mercado.
En Attica no hay «manos extra», por lo que sólo el médico interviene quirúrgicamente en el paciente, desde la extracción del primer folículo hasta la implantación del folículo final.
Cada uno de nuestros especialistas (médicos y enfermeros) ha recibido una formación intensiva y han optado por una dedicación total al área capilar.
2. La importancia de un protocolo de apoyo a la técnica
Muchas clínicas realizan técnicas de trasplante capilar, como la FUT, la FUE y la ARTAS, que pueden ser difíciles de entender y, en muchos casos, se basan en una simple formación, pasada entre profesionales y sin el apoyo de un protocolo preciso.
Attica se rige por una normativa y un protocolo médico extremadamente riguroso (FDI Protocol), resultado de años de investigación y práctica continua, que integra cientos de pasos que permiten estandarizar los procesos quirúrgicos, para garantizar los mejores resultados.
3. La cuestión del tipo de técnica realizada
En muchas clínicas de estética capilar el proceso de un trasplante puede traer algunas complicaciones en la vida diaria del paciente, en el periodo postoperatorio, ya que en muchos casos es recurrente la aparición de hinchazón, traumatismos y cicatrices en la zona tratada. Estos contras del trasplante capilar, pueden condicionar la decisión de un paciente de optar o no por esta intervención.
La técnica aplicada por Attica – el FDI Capilar – se distingue por la forma directa en que se implantan los folículos. Se utiliza un tipo especial de implantador de Choi, modificado, adaptado y convertido en inyector, que permite el trasplante de miles de folículos sin la apertura previa de orificios, siendo menos invasivo y doloroso. Este proceso se produce en una sola fase, lo que ofrece muchas ventajas para la rápida recuperación y el excelente resultado final.
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